jueves, octubre 19, 2006

Un fantasma recorre Chile, es el fantasma del Anarquismo


Pareciera ser que aun hoy, a pesar de las tan aclamadas profundas transformaciones del mundo moderno, al Orden le pica el orto. Nuevamente tanto los medios de control libidinal como la maquinaria estatal –expresada su acción a través de la policía de la realidad –han desplegado una fuerte contra revuelta para mantener la legitimidad del orden.

A través de los años, si no gran parte de las veces, incluso hoy, cada vez que se producen desmanes en manifestaciones, o atentados contra la propiedad privada, o violencia colectiva, los medios de control libidinal hacen cargo de los estragos a los anarquistas. Fuesen o no fuesen realmente grupos anarquistas, el propósito de los medios de comunicación es connotar cualquier acción contra la legitimidad del orden como un atentado terrorista que afecta a la sociedad en su conjunto. Por lo cual cualquier grupo que sea denominado o autodenominado anarquista si o si será violento y subversivo y atentara terroristamente contra la integridad de cada individuos que componga la sociedad.

Todavía vivimos en una sociedad que le teme al diluvio (¡Dios mio, salvanos de la gran ola!), y todo lo que se escape a los territorios y su artificialidad, a lo que no puede ser codificado y axiomatizado, debe ser rápidamente eliminado (de la forma que sea y lo antes posible). Así los secuaces de lo real dominante despliegan una persecución política, una caza de brujas, que desmantele y aniquile cualquier tipo de acciones revoltosas que ponga en cuestión al organismo social y hagan temblar sus límites. Son cinco años de presidio en recintos de alta seguridad a quienes fabriquen y arrojen bombas molotov, mientras que a los encapuchados de cascos y lumas, lacrimógenas y artillería pesada no se los juzga por la violencia aplicada a jóvenes vividores.

Los de inteligencia de la policía de lo real han estado persiguiendo y desmantelando cualquier chorreo subversivo y nomadizador que ponga en cuestionamiento el estado apático y apolítico. Los anarquistas son el chivo expiatorio para que cualquiera de los movimientos sociales, que no puedan ser ajustados dentro de los marcos de una democracia demasiado protegida y artificial, sean catalogados como terroristas o pervertidos y propios a ser desmantelados y puestos como ejemplo de los peligros que una democracia de libertades civiles y económicas deba eliminar.

Y es que a pesar de las mutaciones de las formas de represión y control, los anarquistas chorrean y se desparraman por el orbe. Existen formas legales de acción política, formas constitucionales de llevar a cabo los cambios y las reivindicaciones de las políticas identitarias, incluso marcos valórico-normativos y morales permitidos y puestos a disposición por lo cuales la ciudadanía puede hacer uso para expresar sus quejas a un sistema que permite las reformas, pero que ciertas bandas hacen estallar por considerarlas altamente represivas y domesticadoras. Son los anarquistas las ladillas del Orden. Y su picazón será eterna, por el tiempo que sea necesario mientras reproduzca su existencia.


Presos politicos anarquistas


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Este es el link q tenis que usar:

http://www.fotolog.com/dante_hicks/?pid=17666242

por si aun te interesa.

socióblogo dijo...

Llamativo esto de los anarquistas con blog.